Debido a que la lactosa no
puede ser procesada, el cuerpo intenta deshacerse de ella lo más
rápido posible. Esto causa espasmos del estómago,
nauseas, hinchazón, gases y
diarrea. Heces
con mal olor que flotan son un
síntoma común de la
intolerancia a la
lactosa. El olor es una combinación de gas, proteínas indigestas y
azúcares de la diarrea. Una vez que la lactosa es eliminada del cuerpo,
los síntomas se van.
"Tengo intolerancia a la lactosa", y ahora, ¿qué? Cuando uno ya lo
sabe debe tener cuidado con lo que come, es la única manera de
evitar
los síntomas antes
mencionados, ya que no existe ningún
medicamento o tratamiento que la
cure. Para ello es importante mirar, con mucho cuidado, las etiquetas de
todos los alimentos, y eliminar aquellos que contengan leche. Los
TEST de intolerancia tambien ayudan a identificar las
intolerancias.